Vivimos del
presente y cuando queremos huir de él nos evadimos a través de ilusiones o
sueños que nos puedan devolver nuestros mejores colores. Pero a veces hay
momentos en los que la monotonía nos vence, la fuerza disminuye y las luces se
apagan..."todo va a seguir así siempre?".
El deporte
y el amor nos muestran que todos los límites pueden ser temporales. Así, cuando
creíamos que era imposible, las murallas se derrumban y descubrimos algo
todavía mejor al otro lado, más puro y mágico.
En cuanto
al fútbol, creí que tras vivir la época de Messi ya nada nuevo iba a
sorprenderme de igual manera. Pero como ese inesperado amor que supera al
anterior...emergió Jadon Sancho, un chico molón de 18 años procedente de
Londres que ha pasado de ser el mejor jugando pachangas con sus amigos del
barrio a ser lo mismo en el templo amarillo del Borussia Dortmund.
Un bailarín multicolor con pasos de claqué,
cintura de salsa, tempos de jazz, y conducción de bossa nova...expresado en
regates imprevisibles como saltos de liebre, desde un cambio de ritmo y técnica
únicos. Es el único jugador en el mundo que puede hacer su mejor fútbol desde
cualquier lugar del campo, y qué fútbol !!!.
Tiene sólo
18 años, y además de su bonito gambeteo, también es mayor de edad para elegir
la mejor jugada y definir como un experimentado delantero.
Este reggae
boy es esa estrella que aparece para encender la luz y devolver la ilusión,
demostrándonos que al igual que en el amor, los colores del fútbol son
infinitos.